Salud
Pensamos en el sueño como una parada pasiva, un pago por la actividad del día. Sin embargo, el neurofisiólogo Matthew Walker insiste en que es la fase activa.
Tendemos a ignorar el cansancio leve, ahogándolo con café, eslóganes motivadores y fuerza de voluntad. En nuestra cultura, esto se considera un valor
El calor y el confort se han convertido en norma: de casa a la oficina, nos movemos por pasillos climatizados, evitando la más mínima brisa.
Disfrutamos bombeando bíceps, haciendo el plank, estirando isquiotibiales, observando progresos en ejercicios visibles. Pero el verdadero limitador y la
La respiración sigue su propio curso, su profundidad y ritmo cambian sin que seamos conscientes de ello, ajustándose al estrés y las emociones.
En la búsqueda de resultados, a menudo caemos en la trampa del «más es mejor». Otra sesión de formación, otro proyecto de trabajo, otra actividad de desarrollo, informa.
Cuidamos nuestra piel, entrenamos nuestro corazón, estiramos nuestros músculos, pero a menudo nos olvidamos de todo el universo interior: el microbioma intestinal.
Parece ridículo e inútil: un hombre adulto concentrado en mantener el equilibrio en el pasillo con los brazos extendidos. No hay alivio hermoso, ni calorías
Cuando el estrés llega en oleadas, la mano echa mano de una chocolatina o de las redes sociales en busca de distracción. Intentamos sofocar esta tormenta
Estamos rodeados de contaminación acústica por todas partes: el zumbido de los coches, la música de fondo en las tiendas, un sinfín de podcasts y notificaciones.
