Por qué hay que pasar las cebollas por harina antes de freírlas: un truco de libros de cocina olvidados

Freír cebollas hasta que estén doradas es un proceso básico pero a menudo molesto, ya que los trozos se queman o quedan crudos.

Según el corresponsal de , un pequeño puñado de harina, en el que hay que rebozar la verdura cortada antes de enviarla a la sartén, resuelve varios problemas a la vez.

Esta vieja técnica de la cocina europea merece volver a todas las cocinas. El recubrimiento de harina actúa como una capa aislante que protege la delicada estructura de la cebolla de los duros efectos de la grasa caliente.

Promueve una distribución uniforme del calor, permitiendo que las rodajas de cebolla se calienten desde el interior mientras el exterior forma una corteza crujiente. La harina también liga activamente los jugos liberados, evitando que se evaporen rápidamente y se quemen.

Como resultado, las cebollas se caramelizan en lugar de freírse, volviéndose dulces, suaves y doradas en todo su grosor. Es importante no espolvorear simplemente las cebollas en la sartén, sino rebozarlas específicamente en una pequeña cantidad de harina, sacudiendo el exceso.

Hágalo justo antes de cocinar, para que la harina no tenga tiempo de humedecerse. Caliente el aceite un poco más de lo habitual, ya que la harina en polvo empezará a actuar de inmediato.

Notará cómo las cebollas adquieren el color perfecto más rápidamente y no necesitan removerse constantemente. Este paso tan sencillo convierte una operación rutinaria en un paso predecible y siempre exitoso, y el plato terminado obtiene una base deliciosa con un color intenso y a nuez.

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